Conciencia digital

Natalia

¿Cuándo creaste tu primer correo? ¿Cuál fue la razón por la que iniciaste por primera vez sesión en Facebook? ¿Cuándo pasaste de revisar una vez al día Instagram?, ¿Ya te enamoraste por Tinder?, ¿Estás usando los efectos de Tik Tok?, y ¿Has hecho dieta digital?

En el 2004, Facebook facilitó que muchos individuos pudieran encontrarse con amigos de la infancia, de lugares diferentes o conectar con los gustos y aficiones de otros;  seguir las fotos, abrir debates y expresar opiniones. Después llegaron las comunidades, las marcas, la posibilidad de que estas conocieran mejor a sus audiencias y con ella, la comodidad que los usuarios pudieran quejarse, felicitar y hasta comprar.

En el 2005 con la llegada de Youtube los humanos identificamos que podíamos ser generadores de contenido, tener una cámara, un tema para hablar o algo para mostrar, ya era información que podía ser vista por cientos de personas en tiempo récord.

En 2006 llegó un pájaro para comunicar un terremoto más rápido que un medio de comunicación.

Y diez años después una red social llamada Tik Tok logró en menos de cinco años tener casi un billón de usuarios conectados con la plataforma, pasando horas haciendo scroll.

La digitalidad sutilmente se fue ganando espacio en nuestra vida, nos mostró sus innumerables beneficios.

  • Conectar con otros, sin importar el tiempo y el espacio, si lo que nos une es el mismo interés.
  • Vender por una plataforma sin ser experto en tecnología y logística.
  • Acortar distancias, estar en la habitación del otro en una pantalla. 
  • Buscar en un “buscador” y tener infinitas respuestas.
  • Hacer clic y que la pizza llegue a casa en menos de una hora.
  • Conocer las opiniones de los usuarios sin tener que ir a la autopauta de un hotel para tomar la decisión de elegir el lugar de las vacaciones. 

Ser usuarios cambió el orden mundial. El poder de la información está en cada individuo que, con una cámara, puede mostrar y comunicar la verdad en sus zapatos.

En lo que va del 2020 se aceleró la transformación digital del mundo, algunos expertos hablan de tres años, otros de cinco y sin importar en cuánto tiempo se traduce, todos como usuarios percibimos lo que se fortaleció este universo llamado: digital.  

SocialBaker, compañía de marketing digital, estima un aumento del 16% de conectividad en los últimos meses, lo que quiere decir: más usuarios, nuevos usuarios, más tiempo en el teléfono, más horas consumiendo contenido en linea, más dinero en carritos de compra…

Lo que también deberíamos pensar:

  • ¿Cuánta infoxicación replicamos? 
  • ¿Cuáles son las cuentas que nos influencian?
  • ¿Cuánto tiempo estamos pasando en el dispositivo y haciendo qué? 
  • ¿Cuántas horas son las justas horas?

Este mundo que nos propicia beneficios, que nos permite gozar de infinitas posibilidades y que nos continua asombrando por las infinitas formas de hacer las cosas, también es necesario cuestionar de manera periódica cuánto tiempo de consumo digital es suficiente ¿Cómo evoluciona esa relación con el celular y esa conexión que nos cambió la vida (internet)? ¿Cuál es el uso apropiado individual? No es un estándar, no es igual la relación de un niño a la de un adulto que trabaja por este medio; no es la misma fórmula pasar cinco horas, entre leyendo, estudiando, aprendiendo, que consumiendo por horas seguidas fotos de otros y replicando información de fuentes no oficiales de argumentos que necesitan un criterio profesional. 

En mi opinión la conciencia digital igual que la iluminación del celular, debería mantenerse encendida.

Natalia Correa © todos los derechos reservados 2020. Sitio web por Simaduse